El
poncho es una bebida típica de la montaña aragonesa, de lugares como el Alto
Gállego, que servía para que nuestros antepasados pudieran
soportar el ambiente helador. Animaba las conservaciones y hacía mucho más
llevadero el invierno. En muchos países europeos, en esta época del
año, es típico el vino caliente con especias, que se sirve en tenderetes en la
calle o se hace en casa.
INGREDIENTES
- 1/2 kg de orejones de melocotón
- Membrillos asados al horno
- 1/2 kg de higos
- 1/2 kg de manzanas
- 1/2 kg de ciruelas pasas
- 1/2 kg de miel
- 1 rama de canela
- 1 cucharada sopera de azúcar
- 2 l de vino tinto
- 1/2 vaso de anís
El
ingrediente principal es el vino, se ponen los dos litros a calentar y se le añade el azúcar,
la canela en rama y la miel. Antes de que hierva, poco antes, hay que quitarle
la canela e introducir toda la fruta cortada en daditos pequeños. Hay que dejarlo cocer, sin que llegue a hervir,
durante aproximadamente media
hora. No
dejes de remover para que el sabor se extienda.
Después de
media hora, hay que añadir el medio vaso de anís y con una cerilla o un mechero
prender el poncho para que salga una llama. Hay que seguir removiéndolo con la cuchara hasta que la llama se apague de todo.
Antes de catarlo, hay que dejar que se enfríe un poco,
pero no demasiado, para que siga calentito. Se pueden servir los trocitos de fruta por
separado o juntos, a libre elección.
También
podéis hacerlo y guardarlo 3 ó 4 días para que macere y vaya cogiendo el sabor
de todos los ingredientes. Lo podéis guardar en botellas y servirlo frío o
caliente.
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